Traddución por Emilie Keuntjes. Para leer en ingles.
Ella lo recuerda en rachas – rasguños en sus piernas de los arbustos espinosas, un desconocido llevándola en su hombros.
Cuando Karen Peréz-Wilson, una estudiante de la Universidad de Wisconsin, se despertara al lado de su madre y un grupo de desconocidos millas de la frontera de Estados Unidos y México, los coyotes habían los abandonado.
Ellos le prometieron a su mama que podrían ayudarles en cruzar la frontera. Pero, ellos fueron usado como una distracción para ayudar otro grupo a cruzar, y fueron dejado para la Inmigración de los Estados Unidos y Aduanas.
Su madre tenía una mochila pequeña consigo. Al dentro, era un galón de agua y pastel de mantequilla. La botella se rompió y empapó la comida.
Su madre empiece a llorar. Era todo que tenían para comer.
En ese momento, en vez de huir de la Inmigración, los buscaron desesperadamente. Cuando fueron detenidos, el padre de Peréz-Wilson— que ya había llegado a Madison más temprano— imploró que ellas volvieran a Veracruz. Su madre quería tratar otra vez.
La segunda vez, Peréz-Wilson y su madre fueron los únicos miembros del grupo que cruzaron la frontera con éxito. Cuando se subieron en el autobús viajando a Madison, los agentes de la inmigración bordó y comenzó a pedir a las personas para su identificación.
Peréz-Wilson, que sólo tenía tres años, había estado durmiendo, descansando su cabeza en el estómago de su madre, que estaba siete meses embarazada. Los agentes decidieron de dejarla durmiendo y se alejaron.
“Deberíamos haber sido detenidos,” dijo Peréz-Wilson. “Siempre me siento que el destino nos quería aquí.”
Como DACA beneficia los inmigrantes indocumentados
Peréz-Wilson es una de los 11.3 millones inmigrantes indocumentados estimados viviendos en los Estados Unidos, y una de los 787,580 inmigrantes indocumentados que pueden ser afectados por la decisión de terminar el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).
Con el anuncio por el Presidente Donald Trump en el 5 de septiembre de terminar DACA, un orden ejecutivo publicado por la administración de Obama, miles de inmigrantes indocumentados ahora se enfrentan con la posibilidad de no trabajar ni proseguir los estudios legalmente.
El programa de DACA funciona para servir los inmigrantes indocumentados que, como Peréz-Wilson, fueron llevados a los E.U. como niños.
Per
Para ser elegible para DACA, los solicitantes necesitan:
- Llegar a los E.U. antes de tener dieciséis años y residir en los E.U. desde el 15 de junio de 2007.
- Ser menor de treinta y uno años de edad cuando la política fue promulgada en el 15 de junio de 2012.
- No tener estatus legal en el 15 de junio de 2012.
- Cumplir la escuela secundaria o un Certificado de Desarrollo de Educación General (GED), ser licenciados honradamente de los militares o estar matriculado en el colegio.
- No tener un pasado criminal (no ser condenados de un delito grave ni faltas serias, ni tres o más otras faltas).
Según DACA, este grupo de inmigrantes — referido al mundo como “Dreamers” — recibe un plazo renovable de dos años de acción diferida de la deportación, elegibilidad para un permiso de trabajo que tiene un número de identificación fiscal con nueve cifras, y la habilidad de obtener un permiso de conducir. Para sostener estatus de DACA, los inmigrantes necesitan ser matriculados en el colegio o estar trabajando, todo sin delitos y la implicación del sistema de justicia penal.
Creciendo en Middleton, Peréz-Wilson conducía a muchos trabajos — donde le pagaron en secreto — en miedo de que podría suceder si fuera parada y la policía le pide un permiso de conducir que ella no tenía.
Era la vida antes de DACA.
“Cuando recibí la noticia que me habían dado la acción diferida, that I had been given deferred action, me hizo abrigar esperanzas para el futuro,” dijo Peréz-Wilson. “Una universidad de cuatro años ya no era solo un sueño — y la educación todavía ha sido un motivo para mi. Me encanta la escuela, quiero obtener mi doctorado, y pienso que esos nueve cifras me restringen.
Cerca el tiempo que el programa de DACA se hizo disponible, los amigos de Selina Armenta, una estudiante del último año en la UW, estaban trabajando en sus primeros puestos de trabajo o obteniendo sus permisos de conducir. Como un inmigrante indocumentado de México, eso no fue una posibilidad para ella.
Debido a DACA, Armenta tenía la capaz de obtener los permisos de trabajo y de conducir — dos cosas que se quitan un gran peso de encima para su familia porque entonces ella pudo ayudar en una manera económicamente.
Pero aunque DACA provee alguno alivio a los inmigrantes indocumentados, mandar la solicitud con su nombre, la dirección, e información personal significa que deben confiar en el gobierno federal con la estabilidad de su vida.
“Aun cuando estaba solicitando [para DACA], estaba vacilante. Yo quería hacerlo, y mi madre siempre me decía ‘que sea lo que Dios quiera,’” dijo Peréz-Wilson. “No queremos que [inmigración] llamen a la puerta un día, y es muy traumatizando explicar a tus hermanos ‘aquí es una carpeta con toda la información de emergencia que necesitarías saber si yo estuviera en esta situación.’ Y revisarlo con ellos es desgarrador … teniendo sus hermanos que son ciudadanos de los E.U. dicen, ‘pero, ¿por qué? Has residido aquí desde que tenías tres años, eres más estadounidense que algunos estadounidenses.’”
Los receptores encuentran dificultades económicas
A pesar de las ventajas añadidas, los receptores de DACA todavía encuentran dificultades económicas cuando tienen que pagar para la enseñanza superior.
Como una estudiante indocumentada, Peréz-Wilson no tiene derecho a la matrícula estatal aunque ha vivido en Madison desde que tenía tres años. Desde 2015, ha tenido permiso educativo de ausentarse, trabajando por fondos para pagar el precio de la matrícula de no residentes.
En 2009, la Legislatura de Wisconsin agregó la matrícula estatal para los inmigrantes indocumentados en el presupuesto de 2009-11. Sin embargo, en el presupuesto de 2011-13, se le sacaron, causando que los estudiantes indocumentados tienen que pagar la matrícula de no residentes para las universidades y los colegios públicos. Hoy en día, solo hay 18 estados donde los inmigrantes indocumentados que reúnan los requisitos son elegibles para la matrícula estatal.
“Pienso que en la UW, hay una idea equivocada que tenemos asistencia financiera, pero muchos de los estudiantes indocumentados y estudiantes de DACA tienen que pagar con el dinero en efectivo,” dijo Peréz-Wilson. “Muchos piensan ‘Oh, porque eres Latina recibes todas las becas y consigues todo gratis’ pero no es el caso.”
La realidad es que los estudiantes de DACA no tienen derecho al beneficio financiero estatal ni federal, dijo Armenta. Ellos que asistir a la escuela gratis o recibir asistencia lo hacen a través de las becas privadas o las becas específicamente para los estudiantes indocumentados.
Aunque Armenta se graduará este mayo, sus planes de asistir a la facultad de derecho será demorados porque deberá trabajar extensamente para pagar para la escuela antes de su permiso de trabajo caduco.
Frente a un futuro incierto
Miles de joven inmigrantes indocumentados como Peréz-Wilson y Armenta ahora sienten inciertos sobre sus futuros mientras DACA llega a su fin. Mientras que ambos estudiantes están trabajando de renovar su estatus de DACA por la fecha límite del 5 de octubre, aquellos cuyo estatus caduca por la fecha límite del 5 de marzo pueden perder sus permisos de trabajo y la habilidad de viajar sin peligro entre los Estados Unidos y sus países de origen.
Debajo DACA, los participantes pueden solicitar para un permiso de viaje (Advance Parole), que les permite de viajar a su país de origen y les deja en los Estados Unidos otra vez sin peligro.
Si un inmigrante indocumentado permanece en el país — sin una anotación de entrada legal en los E.U. — tiene pequeña oportunidad de solicitar con éxito para una tarjeta verde o ciudadanía.
Sin embargo, tener una anotación de entrada legal permite la posibilidad que los inmigrantes indocumentados pueden ser aprobados para un cambio en su estatus, aunque no está asegurado, dijo Benjamin Harville, un profesor de derecho en la UW y el director de la Clínica de Justicia para los Inmigrantes por la Facultad de Derecho de la UW.
Ambos Harville y Shabnam Lofti, un abogado local de la inmigración, aconsejan que los receptores de DACA no viajan a sus países de origen. Aunque estaban aprobado para un permiso de viaje antes de la decisión reciente, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza retiene la autoridad de determinar a su discreción si cualquier persona puede cruzar la frontera.
Además, Harville dijo que podría ser una buena idea para los receptores actuales de DACA de consultar un abogado y averiguar si tener derecho a otra forma de auxilidad. Aunque algunos pueden tener que volver a estar indocumentados, otros pueden tener derecho a otro estatus y deben enterarse sobre las alternativas.
Junto con alojarse en el país, Lofti recomendó que los receptores se quedan libre del sistema de justicia penal para mantener una anotación buena. Aunque ambos la UW y los departamentos de policía de Madison han declarado que no ayudarán el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) con los asuntos de inmigración— a menos que la persona cometa un delito grave o plantee una amenaza seria a la seguridad del público— muchos estudiantes indocumentados siguen temiendo la deportación.
Todavía al nivel federal, ICE sigue priorizar amenazas a la seguridad nacional, seguridad público, reingresos ilegales y estas personas con órdenes pendientes de remoción para la aplicación, dijo Carl Rusnok, un portavoz de ICE, en un correo electrónico a The Badger Herald. Típicamente, ICE no les saca los beneficiarios actuales de DACA, agregó.
Riesgos económicos asociados con la pérdida de trabajadores de DACA
Igual como los receptores de DACA encontrarán los desafíos añadidos porque algunos permisos de trabajo se vence para el fin del programa en el 1 de enero, ambos economías locales y nacionales también podrían encontrar desafíos económicos en el futuro.
Ya que los receptores de DACA tienen un número de identificación fiscal asociado con su permiso de trabajo, ellos pagan ambos los impuestos de Seguro Social y Medicare. Una vez que sus permisos caducan después de que DACA termina, ya no contribuirán a la economía, resultando en una pérdida neta de ingresos fiscales en los niveles estatal y federal.
Según un informe por el Centro de Progreso Americano, un grupo de reflexión sobre la política progresiva, durante la próxima década, los E.U. puede perder $460.3 mil millones en PIB como consecuencia de quitar los trabajadores de DACA. Solamente en Wisconsin, los informes prevén que el estado de lácteo perderá $427 million cada año por la remoción de una estimación de 6,582 trabajadores de DACA.
La pérdida gradual de trabajadores de DACA es una pérdida en muchas maneras, dijo Andrew Reschovsky, un profesor de la economía práctica y asuntos públicos. Juntos con la pérdida de trabajadores que pagan impuestos y contribuyen a la economía, haría una pérdida en las habilidades específicas y la formación suministrado por los trabajadores inmigrantes.
“Otros podrían elegir quedarse aquí, pero trabajar en secreto, ilegalmente — [unas de las] maneras que muchos de los inmigrantes habían logrado pasado,” dijo Reschovsky. “Pero el problema es que significa que también están ganando menos ingresos y pagando menos impuestos, y en la mayoría de las situaciones, los empleadores ya pagarían los impuestos de seguridad … pero no siempre, así que haría una pérdida de ingresos.”
El susto económico no será inmediato porque supongo algunos permisos de trabajo renovarán antes del fin del programa, dijo Reschovsky. Pero el desarrollo económico del futuro sería contenido por la falta de trabajadores titulados y una fuerza laboral con formación insuficiente.
A la larga, limitar la inmigración por deshacerse de los trabajadores de DACA o promulgar las leyes que restringen la inmigración es pernicioso, dijo Reschovsky, así que la economía crecería menos rápidamente y fuertemente.
“Como de costumbre, los trabajos de los inmigrantes son trabajos poco cualificados que los americanos no quieren. En Wisconsin, nos hemos visto con los granjeros lácteos,” dijo Reschovsky. “Necesitamos mantener el crecimiento económico, que significa que necesitamos más, no menos [inmigrantes]. No hay mucha prueba sólida que propone que los inmigrantes jóvenes y bien formados están tomando los trabajos de americanos natales.”
Esperanzas de la reforma fija de la inmigración
Adhiriéndose a su promesa de invertir los órdenes ejecutivos importantes debajo la Administración de Obama, Trump mandó el fin de DACA, y en su discurso oficial, rogó que los republicanos y los demócratas deben encontrar una solución bipartidista en los seis meses antes del fin oficial del programa.
Para algunos, sigue siendo esperanza que la legislación nueva llevará reforma inmigratoria fija en la ley.
En 2001, Sen. Dick Durbin, D-Ill., y Orrin Hatch, R-Uta., de los E.U. lanzaron la ley Dream Act al Congreso. El proyecto de ley intentó presentar un proceso multifásico donde inmigrantes indocumentados y jóvenes serían concedido residencia condicional. Después de un determinado periodo de tiempo y en cuanto reunir los requisitos específicos, esos Dreamers pueden obtener residencia fija.
Casi dos décadas han pasado, y varios intentos de promocionar la Ley Dream por el Congreso han fallado— el último ha sido en 2012, que resultó en el ex Presidente Barack Obama emitiendo un orden ejecutivo que había creado el programa de DACA. Ante la decisión de Trump, los miembros del Congreso han demostrado la buena voluntad para crear una solución fija para la reforma inmigratoria.
En una declaración, Sen. Ron Johnson, R-Wisc., de los E.U. y el presidente de la comisión de Seguridad Interna y Asuntos Gubernamentales del Senado, dijo que tiene muchas ganas de trabajar en una esfuerza bipartidista para avanzar “legislación humana que tiene sentido común” y arreglar nuestro “sistema legal de la inmigración que está roto.”
Johnson presentó anteriormente este año una propuesta de ley que intentó a promover un programa que localmente maneja los trabajadores invitados. En vez de crear un “un-tamaño-para-todos-modelo-federal,” Johnson recomendó los estados abordan la falta de obreros en las áreas diferentes de sus economías, y manejan las visas y distribuirlas a las industrias que se necesitan los obreros lo más.
Aunque la propuesta de Johnson es un ejemplo en cómo los estados se pueden manejar reforma migratoria mientras abordando las necesidades específicas de sus economías locales, hay un enfoque grande en legislación en la nivel federal. Durbin, él que originalmente presentó la ley Dream Act, recibió apoyo bipartito después la decisión a terminar DACA, con Republicanos prominentes como Sen. Lindsey Graham, R-S.C, empujando Trump a codificar la propuesta en la ley.
Pero algunos expertos, como Barry Burden, el profesor de ciencias políticas en la UW, creen que es improbable que el Congreso pudiere aprobar un sustitución para DACA en el periodo de seis meses mandado por el Presidente Trump.
“El Congreso de actualidad no ha demostrado la habilidad de aprobar legislación importante ni controvertida en una base partidista ni bipartidista,” dijo Burden en un correo electrónica a The Badger Herald. “Los miembros del partido Republicano se dividen en el tema y tendrán dificultades en elegir una solución intermedia.”
Ademés de las divisiones entre los partidos y adentro el partido Republicano, Burden dijo los Democráticos — aunque podrían trabajar con Trump — no podrían tener confianza en sus intenciones, y podrían resistir otras medidas, como financiación para la frontera, que él puede añadir a la propuesta.
La otra dificultad en abordar la reforma inmigratoria es que el Congreso tiene otros problemas grandes a afrontar más inmediata, Burden dijo. Entre el límite máximo de deuda y el final del año fiscal en acercando en solo pocos semanas, es difícil ver donde se ajusta DACA entre estos temas de gran problema cuando el Congreso no ha podido hacer mucho de nota este año.
En los seis meses que tiene el Congreso para aprobar algún reemplazo para DACA, casi 800,000 receptores de DACA esperan en un limbo.
“Yo siempre he prometido mi lealtad a la bandera, verdaderamente daría mi vida para luchar para este país,” dijo Peréz-Wilson. “Nunca he estado en problemas, y ahora esta persona me quiere quitar un país que llamo mi hogar, y es muy hiriente.”